Los niños pequeños y no tan pequeños a menudo se chupan el dedo porque les proporciona una sensación reconfortante y calmante, especialmente cuando están cansados, inquietos o ansiosos. Además, la succión puede ayudar a los niños a conciliar el sueño y puede ser una forma de autoregulación emocional.
Sin embargo, si la succión del dedo se convierte en un hábito persistente y prolongado, puede tener consecuencias negativas en el desarrollo y crecimiento orofacial del niño/a. Descubre cuales son las consecuencias de chuparse el dedo.
¿Cuáles son las consecuencias?
El abuso del dedo provoca alteraciones en el crecimiento a nivel dental, maxilar y mandibular que pueden derivar en problemas de pronunciación, problemas estéticos y aparición de nuevos hábitos como la interposición lingual o la respiración oral.
A nivel dental destacan la mordida abierta y la sobremordida.
La mordida abierta se produce por el empuje del dedo sobre los dientes de arriba hacia delante que los aleja de los dientes inferiores, provocando que al cerrar la boca, quede el hueco similar al tamaño del dedo entre los dientes superiores e inferiores. En consecuencia a la mordida abierta pueden desarrollarse la respiración oral y la interposición de la lengua entre los dientes al tragar, lo que impide que la mordida se cierre.
En función de cómo se chupe el dedo, también puede darse la sobremordida, que es cuando el maxilar superior cubre el inferior y los dientes de abajo no se ven lo suficiente. Podémos identificar la sobremordida pidiéndo al niño que sonría y viendo si los dientes de abajo se ven o no.
A parte de los cambios dentales, es habitual cambios en los maxilares, que provocan que tanto la mandíbula como el maxilar tengan mayor y menor tamaño que lo que les correspondería en ausencia del hábito.
Todas estas alteraciones en conjunto pueden generar problemas respiratorios por llevar a cabo una respiración oral (como sucede en las mordidas abiertas) y problemas de dislalias, dificultad para pronunciar ciertos fonemas porque les cuesta posicionar correctamente la lengua.
¿Qué se puede hacer para dejar de chuparse el dedo?
Como hemos mencionado anteriormente, el chuparse el dedo puede tener efectos negativos importantes en la mordida, que pueden requerir tratamiento ortopédico y ortodóntico para corregirlos. Por lo tanto, es importante alentar a los niños a dejar de chupar el dedo a una edad temprana y si es necesario ayuda de otros profesionales como psicoterapeutas y/o logopedas.
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