El uso del piercing oral (lengua, labios, frenillo e incluso mejillas) en jóvenes es cada vez más frecuente y, aunque puede resultar una moda muy atractiva, tiene consecuencias para nuestra cavidad oral.
Tipos de piercing orales
- Labrette: Es una barra limitada por una esfera y un disco plano y liso. Este tipo de piercing se coloca sobre todo en el labio inferior.
- Barbell: Es una barra limitada por dos esferas, una en cada extremo. Las barras pueden ser rectas o curvas y normalmente se colocan en la lengua. Inicialmente se mantienen con un tallo más largo y, tras dos semanas cuando se baja el hinchazón, se reemplazan por otros con el tallo más corto.
- Anillos: Normalmente se colocan en los labios y, menos frecuentemente, en zonas laterales de la lengua.
¿Cuáles son las localizaciones orales más frecuentes?
- Lengua: Es la más común y suele hacerse en la parte central con barbells, aunque también hay quien se coloca aros en las partes laterales y anteriores de la lengua.
- Labios: Se utilizan habitualmente aros y labrettes y se colocan en cualquier parte del perímetro labial.
- Otras: Mejillas (aunque el piercing es externo, la perforación alcanza la mucosa yugal), frenillo lingual y la úvula (campanilla).
Complicaciones asociadas al piercing boca
Dolor e inflamación
Infección
La infección local ocurre en aproximadamente un 15% de los casos y existe el riesgo de sufrir una bacteriemia. Recuerda acudir al médico en caso de presentar fiebre, enrojecimiento importante en torno a la perforación, temblores y escalofríos.
Alergias a metales
Hay que tener cuidado con las alergias a metales, especialmente con el níquel y cobalto, presentes en muchas aleaciones. El titanio es el material más recomendable para la fabricación de los piercings.
Consecuencias para la salud bucodental
- Recesión gingival: Es una de las consecuencias más importantes de los piercings orales. Las encías se retraen, dejando más superficie dental al descubierto, lo que puede causar movilidad y posterior pérdida del diente. El riesgo es mayor si el portador del piercing es fumador.
- Traumatismos dentales: Son las lesiones más frecuentes y pueden ir desde un simple desgaste por rozamiento del metal en el diente, hasta la fractura de alguna pieza dental.
- Enfermedad periodontal: El contacto continuo del metal del piercing oral puede causar acúmulo de placa bacteriana y formar sarro, lo que favorece la aparición de gingivitis y periodontitis.
- Halitosis: La acumulación de placa bacteriana puede causar mal aliento.
- Maloclusiones dentales: La introducción permanente de un cuerpo extraño en la cavidad oral, altera el equilibrio de fuerzas de la lengua y la posición de los dientes, modificando la mordida.
- Alteraciones del habla: El piercing en la lengua altera la pronunciación de las palabras que contienen las letras R, S, T y L.
- Alteraciones del gusto: El piercing puede afectar el sentido del gusto.
- Ingestión del piercing oral: Existe el riesgo de tragar accidentalmente el piercing.
- Sialorrea: Exceso de salivación debido a la presencia del piercing.
- Corrientes galvánicas: En el contacto de la amalgama dental con el piercing.
- Lesiones Hiperplásicas y epitelizaciones: El piercing puede causar lesiones que suponen un problema a la hora de retirarlo.
Por todo ello, ningún odontólogo recomendará la colocación de un piercing en la cavidad oral. Sin embargo, si pese a los riesgos decides hacerlo, es muy importante visitar desde el primer momento y de forma regular la consulta del dentista para que éste realice un seguimiento de sus efectos en su salud bucodental.