Los trastornos o alteraciones en el sentido del gusto pueden producir un gran impacto en la vida ya que además de favorecer el reconocimiento y disfrute de los sabores, estimula las ganas de comer, por lo que es fundamental para tener una buena nutrición. También nos ayuda a detectar alimentos o bebidas en mal estado para evitar su ingestión.
Son cinco los sabores que contribuyen en el gusto: dulce, agrio (ácido), amargo, salado y sabroso. Estos sabores, junto con el sentido del olfato y las sensaciones de temperatura y textura se combinan para darnos le sentido del gusto.
Alteraciones del gusto
- DISGEUSIA: distorsión del gusto, Los pacientes perciben que la comida está agria, dulce, amarga o con sabor metálico y en ocasiones va acompañada del Sindrome de boca ardiente.
- HIPOGEUSIA: disminución del gusto, habitualmente, las personas con hipogeusia tienen dificultades para detectar sabores dulces y salados, pero sí detectan los ácidos.
- AGEUSIA: pérdida completa del gusto, Es muy poco común.
Causas
- Infecciones virales, gripe, resfriado común
- Infecciones (como la COVID-19)
- Derrame cerebral o problemas del sistema nervioso central: Parkinson, Alzehimer, esclerosis múltiple
- Cáncer cerebral.
- Infección de los senos paranasales, pólipos sinusales…
- Factores genéticos
- Enfermedades autoinmunes
- Medicamentos como los tiroideos, captopril, griseofulvina, litio, penicilamina, procarbazina, rifampicina, claritromicina y algunos fármacos utilizados para tratar el cáncer.
- Deficiencias de vitaminas: de vitb12, o zinc
- Trastornos neurológicos: parálisis de Bell
- Psicosis
- Enfermedades como el síndrome de Sjögren
- Envejecimiento
- Hábitos como el fumar, etc.
- Mala higiene oral
Diagnóstico de los trastornos del gusto
Los trastornos del gusto tienen que ser diagnosticados por un otorrino, odontólogo, neurólogo… quién realizará varias pruebas de sabor con concentraciones diferentes. El objetivo es comprobar qué sabores y en qué nivel puede detectar y reconocerlos un paciente.
A parte de este tipo de prueba, el especialista examinará los oídos, la nariz y la garganta, y le preguntará sobre su historia médica y sus hábitos de higiene oral.
Tratamiento de las alteraciones del gusto
El tratamiento dependerá de lo que esté causando la alteración del gusto. Cuando la causa es un medicamento, el médico decidirá si lo retira o lo cambia por otro equivalente. Si la causa es una enfermedad, se prescribirá el tratamiento adecuado.
En los casos en los que la pérdida del gusto sea por otro trastorno temporal como, por ejemplo, debido a infecciones respiratorias o alergias, el gusto se recuperará cuando se trate y se recupere la causa principal.
Hay casos en los que el trastorno del gusto se recupera de forma espontánea, sin ningún tratamiento o realizando cambios en los hábitos, como dejar de fumar o cambios en la dieta. También se pueden prescribir suplementos nutricionales o medicamentos que estimulan la producción de saliva.
¿Por qué perdemos el gusto cuando perdemos el olfato?
Los sentidos del gusto y del olfato están relacionados de manera tan estrecha que la mayoría de las personas que van al médico piensan que han perdido el sentido del gusto se sorprenden al descubrir que han perdido el sentido del olfato.
La percepción de un sabor es una experiencia sensorial compleja que en la que entran en juego no sólo el sentido del gusto, sino también el olfato, el tacto e incluso la vista.
El aroma de los alimentos es el factor más importante contribuyente a la identificación de sabores y es muy frecuente que los pacientes identifiquen erróneamente la disfunción olfativa como un problema del gusto.
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